Se paralizan los trabajos del PVA postclausura en el vertedero de RU de A Fraga debido a problemas con el cobro de las facturas
06/03/2012
La empresa que controlaba el vertedero dejó de hacer informes al no pagar el Concello. La edil de Medio Ambiente de Moaña gestiona el pago de las facturas para que la empresa adjudicataria prosiga con los controles de los gases.
La empresa que había sido contratada por el anterior gobierno bipartito de Moaña para la inspección del vertedero municipal de basuras de A Fraga, que se selló en 2001, dejó de realizar los informes semestrales al Concello que éste remitía a la Xunta, debido a que no se le pagó ninguno de los trabajos. La empresa viguesa Gonfer Electromecánica, que también se encarga de la inspección del vertedero de Vigo, fue contratada en 2010 por encargo del entonces edil de Medio Ambiente, Daniel Rodas, para que realizara los informes de inspección, después de que la Xunta remitirá un escrito, según el edil, solicitando un estudio de las chimeneas para comprobar el nivel de salida de gas metano a la atmósfera La inspección también era determinante para comprobar si había fugas de lixiviados por los taludes de la montaña vegetal en que se convirtió el antiguo vertedero.
La polémica surgió días atrás cuando el ahora edil en la oposición, Daniel Rodas, criticó la desidia del gobierno local que lidera José Fervenza por la «falta de mantenimiento» del vertedero. La concejala de Medio Ambiente, Susana Varela, asegura que en el traspaso de poderes que realizaron cuando cambió el gobierno en Moaña, en junio de 2010, su antecesor en el cargo, Daniel Rodas, no le comunicó nada respecto a que se estaban ejecutando estos trabajos y que había una empresa contratada. Varela añade que cuando leyó las críticas de Rodas en el periódico se interesó por este asunto, pero en el departamento ningún trabajador controlaba el expediente que llevaba personalmente Rodas. Finalmente en el expediente del mantenimiento del vertedero que obra en el Concello apareció el nombre de la empresa que se había contratado para la realización de las inspecciones.
La concejala segura que se puso de inmediato en contacto con Gonfer pero desde la empresa le comunicaron que se negaban a realizar más trabajos de inspección mientras no cobraran porque ya habían realizado dos informe semestrales en 2010 y no habían cobrado ninguno. Esta misma versión la confirmó la empresa a FARO. Un responsable de la misma asegura que fue el anterior concejal de Medio Ambiente el que se puso en contacto con ellos porque había hablado en el Concello de Vigo y quería hacer el mismo tipo de trabajo en el vertedero moañés. Desde la empresa aseguran que ellos cumplieron con todo lo que quería Moaña, pero se negaron en 2011 a seguir realizando los informes, que son semestrales, porque no se les abonó ninguna de las facturas, pese a que se estaba hablando de cantidades pequeñas, en torno a los 400 euros por informe. Según la actual concejala de Medio Ambiente, el Concello le adeuda a la empresa unos 1.700 euros. Añade que lo que van a hacer es abonar alguna factura a la empresa para que continúe con los trabajos con el fin de tener el vertedero controlado.
Los informes realizados confirman que el vertedero sellado se encuentra en buen estado, y el nivel de gas metano que generan sus 13 pozos, por el fermento de la basura enterrada, no es peligroso para la población. Las únicas chimeneas con más valores son la 3 y 5, pero sin índice de peligrosidad, por lo que no es necesario recurrir a un quemador como tuvo que hacerse en el vertedero de Vigo. En cuanto a los taludes, la empresa no detectó fugas de lixiviados y en el informe consta que no existe un ambiente molesto con olores de biogás o basura.
Según el estudio de impacto ambiental que se elaboró para el sellado de este vertedero en 2001, el recinto, que se ubica en A Fraga, junto a la carretera de Moaña-Marín, tiene una superficie de 20.000 metros cuadrados y antes del sellado figuraba con un volumen de residuos de 61.605 metros. Tras el sellado, según el estudio, el recinto quedaría cerrado y sometido a un plan de vigilancia ambiental.
Fuente: Farodevigo.es