La Diputación de Gipuzkoa anuncia su nuevo vertedero.
13/10/2014
El emplazamiento elegido ha sido una cantera en el T.M. De Zestoa. El depósito recibirá los desechos procedentes de la planta de tratamiento mecánico-biológico de Zubieta.
La Diputación de Gipuzkoa ya tiene decidida la ubicación para uno de los vertederos de «inertes» que abrirá para almacenar los residuos resultantes de la planta de tratamiento mecánico-biológico de Zubieta. Se depositarán en la cantera Osinbeltz, ubicada en Zestoa y actualmente en desuso.
El Gobierno foral de Bildu ha informado en una nota de que el citado vertedero permitirá «recuperar» la cantera de Osinbeltz y «dar valor» a este espacio en desuso. El diputado guipuzcoano de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Iñaki Errazkin, se ha reunido con la alcaldesa de Zestoa, Leire Etxeberria (Bildu), así como con otros miembros del Gobierno municipal y de la oposición, en la que ha transmitido a la corporación la decisión del ente foral.
El depósito de Zestoa almacenará la materia tratada en la planta de Zubieta una vez eliminado el oxígeno y el líquido a los residuos entrantes, lo que dejará estos «inertizados». «El resultado será una materia que no generará ni olores ni lixiviados», asegura la Diputación, pese a que hay quienes aseguran que estos desechos no pierden totalmente su capacidad orgánica.
«El depósito de Zestoa es una solución limpia y sostenible, una alternativa a la incineradora y al vertedero de cenizas tóxicas que ésta generaría», sostiene el ente foral, que además considera que el uso de la cantera como depósito de residuos permitirá «la clausura de los actuales tres vertederos contaminantes del territorio», ubicados en Beasain, Azpeitia y Zarautz.
La Diputación no detalla en qué fecha estará en funcionamiento el vertedero de Zestoa, aunque no se producirá antes de poner en servicio la planta de tratamiento mecánico-biológico de Zubieta, prevista para finales de 2015, según se recoge en los plazos establecidos para la construcción del centro de residuos de Zubieta.
Fuente: El País.