La Diputación de Alava cifra en cerca de 300 los vertederos ilegales que hay en su territorio.
18/05/2010
La Diputación ha invertido ya 1,3 M€ este año en el sellado de estos focos ilegales de vertido.
El control de los vertederos ilegales es el causante de grandes quebraderos de cabeza para las instituciones alavesas. Se calcula que actualmente hay cerca de 300 repartidos por todo el territorio, y no siempre resulta fácil su sellado. Sin ir más lejos, la Diputación ha invertido 1,3 millones de euros este año en cerrar este tipo de lugares donde ciudadanos anónimos aprovechan para depositar vertidos de todo tipo. El último de ellos, el de la localidad de Elciego.
El Departamento foral de Medio Ambiente tiene catalogados todos estos lugares, siempre que sus dimensiones excedan los cien metros cuadrados. Aunque no es su competencia, ya que el control corresponde a los distintos ayuntamientos del territorio, una comisión técnica se dedica a determinar cuáles conllevan cierta peligrosidad, bien porque pueden acarrear ciertos problemas de salud al encontrase ubicados junto a un manantial o por su impacto paisajístico. En función de estos parámetros, se procede a su cierre.
La Diputación, de hecho, clausura cada año en torno a 50 vertederos ilegales. La última actuación se ha llevado a cabo en Elciego, donde se han destinado 600.000 euros en unas obras encargadas a la empresa Lázaro Conextran.
Sin embargo, no siempre el cierre es la mejor decisión que puede adoptar un gobierno, y más aún cuando no existe otra alternativa posible al vertido de residuos, según informó ayer el propio diputado foral de Medio Ambiente, Mikel Mintegi. Por ello, siempre que no hay unidades de disposición, que es como se denomina a los lugares alternativos que ponen los ayuntamientos a disposición de los vecinos para que éstos vuelquen sus residuos, se trata de mantener este tipo de vertederos ilegales, a no ser que resulte peligroso. «Normalmente no se clausura si no hay unidades de disposición», explicó ayer Mintegi durante el Pleno celebrado en las Juntas Generales de Álava. La razón, según añadió el diputado, es el elevado coste de gestión que supone la puesta en marcha de los vertederos. No en vano, en Álava sólo existe uno que funciona de forma legal: el de Gardelegi. A él deberían ir a parar, en teoría, cualquier tipo de basuras que se produzcan como consecuencia de la actividad que se genera en el territorio.
Sin embargo, resulta muy frecuente ver en distintas partes de la geografía alavesa asentamientos con vehículos despiezados, restos de obras, electrodomésticos, y otro tipo de vertidos que se convierten a la larga en focos de contaminación al medio natural. Es el caso de los vertederos que se acumulan en Labastida, en la ribera del Ebro, en los que el PSE ha pedido que se intervenga de forma urgente, ya que recuerda que es una zona de gran biodiversidad.
Fuente: Noticiasdealava.com http://www.noticiasdealava.com/2010/05/04/sociedad/euskadi/la-diputacion-cifra-en-cerca-de-300-los-vertederos-ilegales-que-hay-en-alava