Home / Noticias

La crisis alimenta los vertederos ilegales

05/05/2014

Residuos de toda clase son abandonados para evitar el coste de su reciclaje.

Son la demostración palpable del incivismo ciudadano. Montañas de muebles, restos de obras, neumáticos, electrodomésticos y otros residuos que se acumulan en montes y fincas apartadas del municipio. Vertederos incontrolados que no son, ni mucho menos, una novedad, pero que la crisis no ha hecho más que agravar.

Si antes ya había quien burlaba la ley y abandonaba a su suerte escombros y restos inservibles, la situación económica y el estallido de la burbuja de la construcción alimentan con mayor fuerza los vertederos ilegales. Constructores y particulares esquivan así el coste que supone el tratamiento adecuado de los residuos y su reciclaje.

La ruta de los vertederos incontrolados en Ferrol tiene uno de sus mayores exponentes en San Pedro de Leixa. Allí, no muy lejos de la salida hacia el puerto exterior de la autovía de As Pontes (AG-64) la basura yace esparcida y dispersa en cientos y cientos de metros cuadrados. Llama la atención la ingente cantidad de electrodomésticos. Solo en neveras y frigoríficos se contaban esta semana un centenar. O lo que queda de ellas. Solo las carcasas. Motores, sistemas eléctricos y cualquier elemento metálico han sido expoliados. Porque los vertederos sirven también como lugar de búsqueda de piezas de repuesto. Un hombre de avanzada edad, gorro y buzo pasea entre los restos. Saluda, mira con desconfianza la cámara y pasa de largo. Con seguridad volverá más tarde a ver si encuentra lo que espera. Pero el problema no reside en quien se lo lleva, sino en quien lo deposita.

Restos contaminantes

Hay sofás, ropa, carcasas de ordenadores y televisiones, váteres, neumáticos… Hasta parachoques de automóvil. Pero también mucha uralita, que contiene asbesto, y cubos de pintura. El ataque medioambiental es mucho mayor en estos casos por su carácter contaminante. Ponen en riesgo un entorno, casi siempre rural, y en el caso de otro depósito, situado en A Pega, Santa Cecilia, cercana a una fuente. La basura se acumula allí bajo un puente. Y también cien metros más arriba, como alerta un vecino que pasea por el lugar. Y un poco más allá también.

La zona del Montón, en Caranza, es otro de los lugares preferidos para deshacerse de lo que sobra. Hay dos vertederos prácticamente seguidos y uno más en la ensenada. La asociación de vecinos asegura que todos los meses llaman a Urbaser para que los vacíen. «Estamos seguros de que [los restos] no son de gente del barrio, sino de constructores», señala María del Pilar Rodríguez Venancio, una de sus directivas. Lo argumenta en que tras ser limpiados a menudo se reproducen con repentinos y abundantes escombros.

Fuente: www.lavozdegalicia.es

NUESTROS PATROCINADORES

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando consideramos que aceptas el uso de cookies.

ACEPTARSABER MÁS