Iberdrola no tiene salida para el yeso comercial que producen sus centrales térmicas
10/05/2012
La compañía no consigue vender el subproducto por el bajón de actividad en la construcción y lo deposita en el vertedero de Cuturrasu.
Iberdrola utiliza su vertedero de Cuturrasu para almacenar el yeso que produce, como subproducto de la combustión del carbón, en su central térmica de Lada. Con la entrada en funcionamiento de la desulfuradora para reducir las emisiones contaminantes de la térmica, comenzó a generase como residuo yeso. La primera intención de la empresa vasca era poder comercializarlo en el mercado de la construcción, pero el bajón de este sector ha hecho que la mayor parte del subproducto acabe almacenándose en el vertedero de la zona rural de Langreo.
El responsable de Iberdrola en Asturias, Ángel Itxaso, indicó que en el mercado «hay un exceso de yeso», ya que ahora todas las centrales térmicas de carbón de España lo producen como consecuencia de las políticas de reducción de emisiones puestas en marcha en los últimos años. «Se trata de un yeso perfectamente utilizable para la construcción», explicó Itxaso, «pero con el aumento de productores, o sea, nosotros las térmicas, y con la bajada de actividad que ha registrado el sector de la construcción, es difícil vender el producto». De hecho, en algunos casos, el precio de venta del yeso ha sido tan bajo que resulta más rentable simplemente «llevarlo al vertedero». El responsable de Iberdrola en Asturias explicó que «últimamente este yeso no se vende, y lo que se está haciendo es llevarlo al vertedero autorizado» que la empresa tiene en la zona de Cuturrasu, donde también se depositan las cenizas de la central térmica.
La construcción y puesta en funcionamiento de la desulfuradora de la térmica de Lada tuvo un coste de 60 millones de euros. Los trabajos comenzaron a finales de 2007 y concluyeron en la primavera de 2009. Tras un periodo de pruebas de varios meses, se constató que funcionaba de forma eficiente, ya que permite eliminar el 98% del dióxido de azufre (SO2) emitido por el grupo de generación eléctrica de la central.
Con la puesta en marcha de la desulfuradora, los humos de la central dejaron de ir directamente hacia la chimenea principal. Las emisiones se conducen ahora a través de una serie de tubos que rodean el grupo termoeléctrico para pasar posteriormente a la planta de desulfuración. En esta instalación de retiran los gases de azufre. De este proceso se obtiene un subproducto, sulfuro de yeso, conocido como «yeso comercial», que se almacena en una planta ubicada en la entrada de la central. Hace ya dos años Itxaso avisaba que, con la puesta en marcha de las desulfuradoras, el producto acabaría siendo «muy común» y que era posible que «incluso haya que pagar por su eliminación». Por el momento se deposita en el vertedero.
Fuente: www.lns.es