El vertedero de Cartagena recibirá una nueva inversión de 6 M€

Con la adecuación de las infraestructuras se paliará el cierre de la anterior instalación, 10 años antes de lo previsto.

Una inversión de casi 6 millones de euros, financiada en un 80% por la Unión Europea y en un 20% por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, evitará que el vertedero municipal de residuos sólidos urbanos de Cartagena vuelva a llenarse antes de la vida útil mínima de 15 años con la que fue proyectado. Con ello, se eludirá el impacto económico y ecológico que ha tenido para Cartagena y para su Ayuntamiento el cierre anticipado del anterior depósito de basuras, cuya clausura en 2009, diez años antes de lo previsto, ha obligado a destinar 7,3 millones al sellado, el mantenimiento de las instalaciones durante 30 años y la puesta en funcionamiento del nuevo vertedero.

Según datos del Gobierno local, «con la infraestructura disponible» en Mina Regente «y con las inversiones programadas para mejorar el tratamiento de residuos que reducirán sustancialmente los aportes al vertedero, la capacidad está garantizada como mínimo hasta el año 2021».

De los graves problemas económicos y ambientales que tuvo que afrontar el Consistorio de 2005 a 2009 por el vertido de residuos sin separar y por la aceptación de basuras de al menos cuatro municipios (San Javier, La Unión, Fuente Álamo y Alhama), lo que dio origen a inspecciones de la Guardia Civil y sanciones regionales y europeas, se ha pasado a una etapa de mejoras progresivas en este servicio público.En la actualidad, según el Ayuntamiento se está empleando el primero de los cuatro vasos de vertido previstos, se está construyendo el segundo y está en estudio la posible ampliación de otro.

La alcaldesa, Pilar Barreiro, quien hace cinco años anunció una revisión a fondo de la gestión de las basuras por parte de la empresa Lhicarsa (formada por el Ayuntamiento y Fomento de Construcciones y Contratas), destacó ayer en una rueda de prensa los avances de los últimos años.

Y citó como ejemplo la instalación de una planta de producción de electricidad a partir del biogás que generan los desechos. En solo dos años, se pasado de lograr energía suficiente para abastecer a 1.600 viviendas al año a una cantidad equivalente a 3.800.

En el caso de los municipios, que según dijo Barreiro deben contar con el apoyo de la industria de envasado y empaquetado de productos, el reto es conseguir la concienciación de los ciudadanos para separar bien la basura en casa y mejorar los sistemas de tratamiento. El objetivo final es almacenar en los vertederos la menor cantidad posible de residuos.En este contexto, y con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la regidora hizo hincapié en la necesidad de seguir dando pasos para afrontar «la gran lacra ambiental del siglo XXI»: el aumento incontrolado de la producción de plásticos y otros materiales para bienes de consumo, y su almacenamiento en vertederos.

Electricidad, abono y aluminio

En Cartagena, para mejorar esta política ambiental Pilar Barreiro, junto con el consejero de Agricultura y Agua (que tiene las competencias de medio ambiente), Antonio Cerdá, anunciaron la antes citada inversión de casi 6 millones de euros.

El plan, que frenará el ritmo de entrada de residuos al vertedero en un 25%, se hará en dos fases. La primera, casi acabada y presupuestada en 1,6 millones, ha consistido en construir una nave para mejorar la maduración y fermentación de los residuos orgánicos o compost. Está situada en el complejo de Lhicarsa en El Gorguel, y mejorará de forma sustancial el tratamiento y la clasificación.

En la segunda fase, de 4,2 millones, se instalarán nuevos módulos y tecnología más moderna. Entre otras cosas, se evitará la filtración de lixiviados (líquidos residuales de la descomposición de la basura orgánica) al subsuelo y los acuíferos.

Cerdá lamentó que «a veces se hacen vertidos inadecuados» y un técnico de Lhicarsa dijo que un sistema automático reducirá los problemas de apertura manual de las bolsas para separar el contenido. En todo caso, Barreiro llamó a la tranquilidad y aseguró que en el municipio «se recicla toda la basura y hay vertido cero».

Con estas inversiones, dijo, «tratamos de mejorar aún más el proceso». Como ejemplos, citó que en 2013 el aprovechamiento del aluminio subió un 76%, el del papel y el cartón un 84% y el de los plásticos (como el tetra brick) un 15%. El objetivo es multiplicar por siete, en seis años, la recuperación de materiales, para cumplir con la normativa europea y nacional de envases y residuos.

Fuente: www.la verdad.com